Foret Vercors Bois Barbudefault
©default|Pierrodin

¡CORRE BOSQUE CORRE!

Contrariamente a lo que podría sugerir el título, Manuel Rapp no tiene ninguna prisa. Llegado a Villard-de-Lans en 2014, este guarda forestal parece haber echado profundas raíces en el Vercors. De él emana una energía positiva, como si hubiera descubierto el secreto de la felicidad en el corazón de los bosques. ¿Estás listo para descubrirlo con nosotros?

Publicado el 4 junio 2024

EL JARDINERO DEL BOSQUE

Es en el corazón del Vercors, al abrigo de los pinos silvestres, donde Manuel Rapp nos habla de su pasión por los bosques. Esta vocación nació en los caminos de su infancia. «Siempre supe que quería ser guarda forestal», nos confiesa. Originario de Alsacia, siguió su pasión por los árboles para incorporarse a la Office National des Forêts en 1996. Su carrera le llevó por los bosques del Mosa y los Vosgos, antes de trasladarse a los majestuosos bosques del Vercors, donde se instaló en 2014.

Nuestro alsaciano de nacimiento se ha enamorado del verde típico del Vercors. Aquí, los bosques de montaña cubren el 66% de nuestro territorio, con la presencia de cuatro especies principales: abeto, pícea, haya y arce. Pero lo que ha conquistado su corazón es la gestión continua sin tala rasa. Gracias a una silvicultura suave, la madera se tala en forma de jardín, evitando estresar el ecosistema. Los árboles se talan de forma irregular dentro de la misma parcela, creando una facies forestal que se asemeja lo más posible a un bosque natural.

¡Y eso no es todo! Este bosque mixto se encuentra en las inmediaciones de la Reserva de las Altas Mesetas del Vercors. Las zonas periféricas de la reserva son ricas en biodiversidad y albergan numerosas especies de aves e insectos. Todo un regalo para la vista.

Siempre supe que quería ser guarda forestal.

SILVICULTOR MODERNO

Cuando Manuel habla del bosque del Vercors, se le iluminan los ojos y comparte con nosotros su deseo de descubrir un ecosistema natural preservado donde la biodiversidad rima con armonía. En las vastas extensiones del bosque municipal de Villard-de-Lans, Manuel y su compañero cuidan casi 2.000 hectáreas. ¿Su trabajo diario? Preservar este patrimonio natural, coordinar las actividades forestales y recreativas y sensibilizar a la población sobre el frágil equilibrio de la naturaleza.

Hoy en día, las actividades forestales ancestrales conviven con otras más recreativas. Se puede explorar la cabaña de Malaterre, el mirador del Château Julien o el abetal de Bellier a pie o en bicicleta.

La interacción entre silvicultores y visitantes se cruza y se solapa, lo que les permite transmitir su pasión por el bosque.

Manuel Rapp encarna esta nueva generación de guardas forestales, donde la tradición se une a la innovación. Además de su trabajo, Manuel sueña con un futuro en el que el bosque se convierta en un ecosistema resistente frente al cambio climático. «El cambio es palpable. Nuestros bosques tienen que adaptarse», subraya. Con proyectos de reforestación e iniciativas de silvoterapia, ve a los árboles como guardianes de un equilibrio vital.

Nuestra misión es un diálogo constante entre el bosque y la población local y los visitantes.

ESCUELA FORESTAL

Aquí, en Villard-de-Lans, no haces novillos, aprendes silvicultura. ¡Bienvenido a Marteloscope! Un lugar divertido para aprender sobre gestión forestal, acompañado por nuestro guarda forestal favorito y una tableta interactiva. Guía a los visitantes a través de una experiencia inmersiva en la que cada árbol cuenta.

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