AMOR EN EL AIRE
Karine no es hija de granjero ni corrençonnaise. Originaria del norte de Francia, se enamoró de Corrençon en Vercors a los 5 años durante unas vacaciones.
Volvía a menudo con su familia. Al crecer, Karine decidió estudiar ingeniería. Durante unas prácticas en una granja caprina, se enamoró de las cabras.
Y entonces cayó en sus manos su verdadero amor: Christophe, un Corrençonnais puro. En 2001, tras terminar sus estudios, decidieron montar su propia granja de cabras en Corrençon. Karine dirige la granja y su marido Christophe trabaja también como monitor de esquí en invierno y como administrador del campo de golf de Corrençon en verano.
El Vercors tiene una forma especial de acoger y compartir, y me encanta compartir mis visitas con la gente y transmitir mis conocimientos.